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    Biografía de Remedios Varo por Walter Gruen

    Biografía de Remedios Varo por Walter Gruen

    La Tumba de Remedios, una roca negra con un humilde epitafio:

    REMEDIOS VARO PINTORA

    Punto final y al mismo tiempo principio de una fabulosa celebridad. Su arte tejió una fina tela sobre el horror del mundo, tratando de convertirlo y verlo como un mundo pacífico y bonito.

    He aquí unos rasgos de su vida:

    Remedios me contó que cuando niña viviendo en Madrid, había en su casa en la entrada de la cocina un arco, donde ella pintó un gato saltando.

    Era tan impresionante la pintura, que el gato de la casa se asustó y salió corriendo.

    Foto:Remedios Varo de niña
    Obra: El moño azul 1925- Remedios Varo

    Con su manifiesto talento, Remedios fue una de las primeras mujeres

    que se pudieron inscribir en la academia de San Fernando.

    Foto: Remedios Varo con unas compañeras de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid.

    Era una mujer muy atractiva y femenina que sabía utilizar sus encantos.

    Ya para entonces estaba inconforme con la pintura tradicional y se adhirió a tendencias modernas de pintores como los lógicofobistas y más tarde a los surrealistas en España.

    Foto: Remedios Varo 1927

    La situación política en España era sumamente tensa y tuvo que llevar a una explosión. El miedo de una sociedad comunista con lujo a una brutal contra-revolución hizo que Remedios con su amante Benjamin Péret huyeran de España para incorporarse en el círculo de surrealistas encabezados por André Breton, cuya mano derecha fue Péret.

    Foto: de izq. a der. Víctor Serge, Benjamin Péret, Remedios Varo y André Breton.

    Remedios llevaba allí una vida modesta, casi desconocida en este circulo de artistas inteligentes, quienes la impresionaron e inhibieron.

    La irrupción de los nazis en París la hicieron huir en el único lugar disponible, en un coche de unos amigos. Ella cuenta que los conductores americanos del coche confundieron esta huida con un viaje de turismo, admirando las viejas catedrales y la belleza de la región, hasta que fueron advertidos por las ráfagas de ametralladoras y el humo negro de las casas en llamas, que se trataba de algo muy serio.

    Remedios me contaba de este infierno pero al mismo tiempo se acordó de un árbol en flor que parecía como un mensaje divino dentro de este tumulto.

    Finalmente llegó a Canet – Plage, un pequeño pueblo de pescadores, Remedios encontró ahí a su viejo amigo Victor Brauner con quien compartió una cueva para dormir y ayudaron a los pescadores a jalar las redes por lo que les pagaron con unos peces. Después de muchos trabajos llegaron a Marsella a la vila Air-Bel donde Remedios volvió a encontrar a Péret, Breton y muchos intelectuales temiendo la posible irrupción de los alemanes.

    Foto: Surrealistas en la villa Air-Bel, Marsella, 1941

    Péret a fuerza quería salir de Marsella y con su falta de ideas normales y practicas apalabro con un pescador que el lo llevaría junto con Remedios a África. Por una fortuna no se realizó esta odisea porque después se descubrió que este pescador tenia en su jardín varios cadáveres de personas que intentaron la misma salida.

    Finalmente Remedios y Péret pudieron llegar a Orán (Argelia) y continuar por tierra a Casablanca (Marruecos). Para este trayecto Péret tuvo que solicitar la ayuda de su amigo Picasso. Aparte de esto Remedios sacó de su maleta unas sabanas blancas que pudo vender a unos árabes, quienes con gusto las adquirieron para disponer de ellas en caso de su muerte. En Casablanca se pudieron embarcar en un barco portugués que ondeaba la bandera de este país neutral.

    Remedios llegó a Veracruz en 1941. En la ciudad de México podía alquilar una casa en ruinas en la calle Gabino Barreda. Las ratas hicieron frecuentes visitas y mientras que Péret quería envenenarlas Remedios les dio algunos restos de queso. Con el tiempo se formó un círculo de amigos en esta casa compuesto de Gunther Gerzso, Eva Sulzer, Kati Horna y su esposo José, Leonora Carrington y otros.

    Foto: Remedios Varo en la puerta de la casa de Gabino Barreda, Ciudad de México, 1941.

    Remedios hizo entonces trabajos propagandísticos en apoyo a los aliados, en los que participaron sus amigos y también el recién llegado Gerardo Lizarraga. después consiguió algún trabajo en la galería Clardecor, decorando algunos muebles. También pintó sus primeros cuadros que se vendieron en esta casa con gran éxito. Por ejemplo ”Simpatía”.

    Hizo dibujos de decoración interior para un arquitecto francés, Mr. Jagu. hay dos muebles decorados por Remedios con imágenes Rococo al estilo del pintor francés Watteau. estos muebles se encontraron en la casa veraniega de Porfirio Díaz en Tacuba.

    Foto: Cómoda estilo Luis XV, pintada por Remedios Varo al estilo del pintor francés Jean-Antoine Watteau

    Mi primera mujer Q.E.P.D. encontró en Remedios una persona muy interesante y se convirtió en amiga de ella. Remedios había llegado en 1941, un año antes de nosotros y la conocimos en el círculo de exiliados españoles.

    Personalmente yo no tenía ningún contacto con Remedios. Pasaron eventos muy turbulentos, Péret quien convivio con Remedios tuvo que casarse con ella al “vapor” porque Remedios quizo visitar a su familia que había llegado a Venezuela. Para esta visita se necesitaba un permiso del esposo. Así que se casaron en Puebla para que Remedios pudiera irse a Venezuela mientras que Péret regresó a París.

    Es evidente que uno no se casa para separarse.

    Foto: Remedios con su familia en Venezuela 1947.

    Por el otro lado Klari mi mujer murió en Tuxpan, Veracruz, salvando a una persona de un norte.

    En Venezuela Remedios trabajó en la compañía antipalúdica que estaba en marcha en ese país, dibujando en gran detalle los mosquitos que estaban estudiando en el microscopio. También recibió encargos desde México para la casa Bayer (Aspirina) por conducto de la compañía abastecedora de Impresos S.A. Eran pinturas para anunciar productos contra paludismo, enfermedades venereas, reuma, cambios de clima, etc.

    Estos trabajos llamaron la atención en México por su gran calidad artística.

    Imagen: Publicidad para la casa Bayer, S.A.

    La honradez de Remedios se mostró cuando ella firmo estos trabajos comerciales con el apellido materno “Uranga” en lugar del suyo.

    La atmósfera en Venezuela no le gusto mucho a Remedios, lo poco de dinero que ganó con sus trabajos no hubiera bastado para regresar a México, lo que siempre anhelaba, entonces lo que se le ocurrió y a su amante Jean Nicole, era buscar oro en el río Orinoco.

    La zona del Orinoco incluía un profundo hundimiento de tierra a donde el río acumulaba algunos aluviones de oro. Efectivamente también Remedios encontró algunos pepitos lavando las arenas, pero lo poco que encontró tuvo que gastar para asegurar su alimentación.

    Foto: Remedios con Jean Nicole en Venezuela 1949

    De repente una mano generosa – probablemente la de Eva Sulzer – se ofreció para permitir a Remedios y Jean Nicole su regreso a México.

    Llegado ahí tuvo que volver a sus trabajos acostumbrados, pero nunca se quejo de no poder pintar como le gustaba, siempre llevaba una cara alegre hablando con gran fuego sobre temas filosóficos u esotéricos.

    De ahí data su intensa amistad con Leonora Carrington, que ya había conocido antes, pero se intensifico más. Remedios consideró que Leonora era la única mujer que la comprendió. Pero, según más tarde me dijo que hablaron de todo menos de pintura.

    Un día, Leonora se invitó a casa de Remedios escribiéndole “Vamos a beber de tu tequila”.

    Foto: Remedios Varo, Mr. Shepard y Leonora Carrington.

    Remedios vivía temporalmente en diferentes casas de amigos y empecé a interesarme por ella y quede impresionado de los dibujos y pinturas de ella. La gente se sorprendió de la calidad de sus trabajos publicitarios siempre firmados con el nombre Uranga.

    Le propuse dejar los trabajos comerciales y vivir conmigo de los ingresos comunes, que no eran extraordinarios pero bastaban para mantenernos.

    Un día Remedios vino a la tienda donde yo trabajaba y me dijo que había encontrado un departamento muy especial. Efectivamente este se encontraba exactamente en frente de la casa Margolín donde yo trabajaba.

    Era un segundo e último piso con muy buena luz del norte, algo similar a las casas de Montmartre, París, con vigas que sostenían el techo, una chimenea muy bonita y una terraza dando sobre la calle.

    En ella podían descansar Remedios y sus gatos Pituso y Zorrillo. Había un mezzanine a donde Remedios pudo trabajar y pintar tranquilamente recibir las visitas de sus amigos, Juan Martin, Gunther Gerzso etc.

    Foto: Remedios en su estudio junto a su gato Pituso 1957

    Extrañamente nunca recibió visita de Leonora Carrington porque prefirió visitarla en su casa, a poca distancia de la nuestra.

    Era el año 1951, cuando nuestra vida en común empezó a aportar frutos magnificos en la pintura de Remedios. Ella vendió algunos cuadros directamente a personas interesadas y siendo una persona muy independiente, siempre insistió en participar en los gastos diarios.

    En el año 1954 recibir de la Sra. Rosita Bal y Gay una invitación para participar en una exposición en su pequeña galería “Diana”. Remedios se resistido de la idea, pero después de mucha insistencia aceptó en participar en una exposición colectiva. Remedios era muy tímida y tenia miedo y angustia de presentarse en una exposición, hubiera aceptado exponer unos cuadros pero no presentarse personalmente.

    Finalmente aceptó a tomar parte en dicha exposición junto con las pintoras Leonora Carrington, Elvira Gascón, Alice Rahon, Cordelia Urueta, Solange de Forge y Remedios Varo. La exposición compuesta de 6 cuadros de Remedios se vendieron y la critica se desbordo de elogios, manifestando su sorpresa sobre la gran calidad de sus arte.

    Desde entonces el éxito de Remedios estaba asegurado. Recibió pedidos para cuadros que ni estaban empezados. Recibió un encargo para un retrato del gran cardiólogo Dr. Ignacio Chavez y muchos otros. Le pregunte si estaba satisfecha con el éxito logrado, y me contestó que no le importaba, que se consideraba como una artesana, aunque quizás ponía mayor interés en su trabajo, pero si alguien destrozaba su cuadro terminado, no le importaba. Para ella se trataba de resolver un problema psicológico a veces filosófico o muy complejo, y esto era todo.

    Seguía pintando con la misma intensidad haciendo sus visitas casi diarias a Leonora Carrington en las mañanas. Frecuentemente se sintió muy frágil y yo tenía que hacerle inyecciones de extracto de hígado para fortalecerle.

    Tenia dos gatos que amaba de sobre manera.

    Yo tenia poco contacto con ella durante el día, debido a mi trabajo, excepto a la hora de la comida y de la noche, y entonces pude ver los progresos de su trabajo y darle estimulo en ello. Nunca se explayó sobre el sentido más profundo de sus pinturas como tampoco lo hizo en las cartas a su hermano, en las que hizo unas pocas explicaciones muy superficiales. Sin embargo sus pinturas tenían un fondo mucho más profundo y se presentaban a multiples interpretaciones.

    En el año 1958 o 59 se volvió a Francia para visitar a Benjamin Péret quien estaba gravemente enfermo. Hizo ese viaje superando un gran miedo. Allá se encontró con varios amigas y amigos del círculo surrealista, pero a su regreso me dijo que se sintió muy distante intelectualmente, que los consideraba muy estancados en sus ideas. se sintió más libre fuera del círculo parisiense y fuera de la predominancia masculina de André Breton.

    Algún tiempo se fue a Hendaya y Biarritz y recogió algunos pedazos de madera flotando en el mar, los consideraba como mensajeras de España. Obviamente tuvo nostalgia por su madre quien había vuelto a regresar a España desde Venezuela.

    Foto: Remedios Varo con su madre y sobrina en París 1958

    Desde Francia me escribió dos hermosa cartas, una describiendo el acercamiento de la primavera con los arboles preparándose a tener hojas y respirando el aroma de la primavera, y en la otra encargándome cuidar de sus queridos gatos.

    En México volvió a pintar con gran energía preparando una nueva exposición que tendría lugar en el año 1962 en la galería de Juan Martín. En esta exposición alcanzo su máximo éxito vendiendo todo lo que expuso.

    Foto: Remedios Varo en su estudio con las obras Locomoción Capilar 1959, Presencia Inquietante 1959 y Esquiador 1960

    Le quedó apenas un año antes de morir. En este momento trágico me mando nuestra sirvienta Rosina a la tienda a donde trabajaba, llamándome porque se sintió mal. Cruze la calle y encontré a Remedios en la cama describiéndome con tranquilidad y términos de un medico lo que le dolía.

    Deduje inmediatamente que se trataba de un infarto. poco después Remedios estaba muerta.

    Foto: Periódico Excelsior del día Miércoles 9 de Octubre de 1963 con el obituario de Remedios.

    La noticia se propagó rápidamente y muchas personas admiradoras se reunieron en casa y durante el entierro en el panteón Jardín.

    Planté en su tumba un joven eucalipto que hoy es un árbol frondoso cuya sombra protege su tumba.

    Foto: Tumba de Remedios Varo en el panteón Jardín